Desde 2016 comencé a sumergirme en la fotografía, en un inicio por medio de bodegones de objetos provenientes del imaginario infantil y tradicional femenino y la estética de internet, y más tarde, a finales de 2018, me lancé a explorar la fotografía analógica con cámaras desechables, volcándome en los retratos de fantasía narrativos.